Sobre mí
Vivir y crecer cerca del mar, al abrazo del calor tropical y en un pueblo muy tranquilo, ha teñido en mí un corazón verde. Ya sabes: sin el azul del mar y el amarillo del sol, ¡no hay verde!
El verde representa toda la naturaleza, incluidos nosotros. ¡Sí! Los seres humanos somos parte del ecosistema terrestre y debemos cuidar mucho el impacto ambiental que dejamos en él.