Contrario a lo que muchas personas puedan pensar, un libro de autoayuda no abre las puertas hacia la felicidad ni es la solución a todos los problemas de los lectores.

Sin embargo, quien se atreve a escribir sobre este género cuenta con la valentía necesaria para exponer al mundo un problema real de su existencia y compartir el modo en que pudo superarlo, lo cual para muchos resultaría bastante inspirador.

Dicho esto, nos enfocaremos en resaltar lo que debes tener en cuenta al escribir un libro de autoayuda y lo principal es inspirar a tus lectores y darles motivos para vivir plenamente. Sabemos que puede resultar más complicado para algunos lectores, pero en estos casos, debes brindarles la sensación de haber leído un buen libro.

Cómo escribir un libro de autoayuda

Para escribir un libro de este género ya hemos mencionado lo más importante que debes tener en cuenta: la idea. Y la idea para un libro de autoayuda está basada en la experiencia personal del autor. Cuando hayas encontrado esa situación clave en tu historia de vida, puedes proceder con la escritura de tu libro.

Pasea por las vitrinas de autoayuda

Antes de aventurarte a escribir tu libro, dales una mirada a las obras más recientes del género, comprobando que estas tengan relación con el tema del que deseas escribir en tu obra. De este modo, garantizarás que el contenido de tu libro se encuentre entre los más leídos de la temporada.

Cerciórate de definir tu público objetivo

El lector ideal para tu libro será la persona que esté decidida a buscar soluciones a conflictos internos que puedan entorpecer sus posibilidades de llevar una vida plena. Según la naturaleza de dicho conflicto tendrás que segmentar a tu público objetivo un poco más. 

Escoge tu tipo de narrador ideal

Si vas a basar tu libro en una experiencia personal, lo ideal es incorporar un narrador en primera persona singular. Entablar una relación con el lector de tú a tú podría ser favorable para crear cercanía, confianza y empatía con este a través del desarrollo de la obra.

Conteo de palabras

Dada la diferencia entre las páginas de un libro en físico y los libros digitales, actualmente el tamaño de los libros se mide en palabras y no en páginas. Para tu libro de autoayuda, debes guiarte por un conteo que no sobrepase las 50,000 palabras. Aunque los libros de psicología, una rama estrechamente relacionada con la autoayuda, pueden presentar hasta 80,000 palabras. Ten esto en cuenta si tu obra presenta una fundamentación sólida en el ámbito psicológico.

Palabras sencillas

No es necesario saturar las páginas de un libro con palabras rebuscadas y un vocabulario con términos demasiado especializados si lo que se desea es transmitir de forma clara que existe la posibilidad de vencer miedos, de tener mejores relaciones interpersonales y dejar de procrastinar para ser más productivos. Los libros de autoayuda son un instrumento de acercamiento autor-lector y el uso de palabras rebuscadas solamente creará una brecha entre ambas partes.

Si no hay experiencia, debe haber estudio

Cabe la posibilidad de escribir un libro de autoayuda, aun sin respaldarlo con una experiencia vivida. Puede ser clave para el desarrollo del libro darle un enfoque personal, pero también puede ser útil contar con el don de dar un buen consejo y la habilidad para transmitir con empatía tus pensamientos y opiniones basadas en estudios que brinden una solución y un aliento al lector.

Una buena portada lo dirá todo

Si puedes incluir en tu portada una frase llamativa o un título impactante, hazlo. Sin duda, será un modo de llamar la atención de tus lectores potenciales y generar la confianza necesaria que motive al lector a leer tu obra y darle importancia a su contenido. Un libro que se identifique desde la portada con las necesidades reales de los lectores, sin dudarlo será una obra interesante.

Brinda alternativas y soluciones

Especialmente si se trata de una experiencia propia, el libro de autoayuda debe estar basado en la historia sobre la situación negativa, sus consecuencias y las herramientas útiles para su superación y el logro de una mejor calidad de vida.

Si enfocas tu libro solamente en vanagloriarte por haber tocado fondo y salir de este trance, sin indicar cuáles fueron las habilidades y destrezas que te ayudaron a superarlo, no lograrás que alguien termine la lectura satisfactoria de tu obra.

Debes ser realista, puedes brindar soluciones al lector según tu perspectiva, pero esto no va a funcionar como una receta mágica que eliminará los conflictos de quien lea la obra. Sin embargo, sí puedes alentar a los lectores a identificar sus necesidades y motivarlos a despertar su fuerza de voluntad para atraer mejoras a su vida mediante una lectura satisfactoria, ligera y agradable.

Estimula tus pensamientos y refuerza tus ideas leyendo otros autores

Si te tomas el tiempo para leer al menos dos libros de autoayuda relacionados con el tema central de la obra que deseas escribir, no solamente contarás con tus habilidades, destrezas y herramientas para darle sentido a tu libro, sino que contarás con otras perspectivas en torno a la situación, con las que podrás brindar a los lectores una visión más amplia de su conflicto interno y un abanico más amplio de soluciones para este.

No olvides transmitir optimismo

En todo el desarrollo de tu libro debes destacar que la actitud con que se enfrenten las diferentes situaciones es clave para superarlas, debes procurar la creación de una conexión con el lector desde su realidad, pero mostrándole que tiene el potencial suficiente y las virtudes necesarias para superar sus conflictos y lograr grandes cosas.

Puedes darle un giro o final inesperado al libro

Añadir un poco de suspenso mantendrá a los lectores un poco más enganchados con el libro. Puedes brindar un contenido excelente y comprometer a los lectores con tu obra, pero un giro inesperado en el desarrollo de la obra los motivará a continuar la lectura del libro hasta terminarlo.

Por último, ten en cuenta que la organización es una prioridad si deseas materializar el objetivo de escribir un libro de autoayuda; así que procura crear un calendario y mantener la constancia del horario de cada día hasta completar el contenido para un buen libro.